Nos levantamos después de haber dormido bastante bien. El cansancio de la ruta del día anterior nos permitió evitar cualquier indicio de insomnio. Hoy tocaba turismo, minimizando el número de Km. El trato era visitar Arlès por la mañana, después de comer Baux-en-Provence, y volver por el parque natural de les Alpilles por carretera rural. Empezamos con un buen desayuno en Martigues (unas infusiones, galletas, y otros alimentos que llevábamos), y enfilamos por la N568 hacia Àrles. Esta carretera poco tiene de especial, aunque el recorrido es apacible, siempre con un paisaje lleno de viñedos, por supuesto!
Llegamos a Arlès sobre las 10H, con un calor que empezaba a arreciar... recordar que enganchamos una ola de calor, y que la temperatura ya se acercaba a los 30ºC... aparcamos la moto justo delante de la oficina de turismo, recogemos el mapa de rigor, y nos adentramos en Arlès. Destacar que se puede hacer la visita completa caminando sin mayores problemas.
Primer punto de ruta, la Place de la Republique, con un obelisco y el Ayuntamiento delante.
Continuamos con el Théâtre Antique, el cual es un teatro romano el cual en tiempos pasados constaba de una fortaleza... con el paso de los tiempos sus sillares se fueron expropiando para usarlos en otros edificios... quedando solo 2 columnas, las cuales se conocen como "las dos viudas". Aunque había un recorrido interior, éste era de pago, y se podía ver muy bien desde el exterior. Por lo que parece, esta ubicación se usa para montar actuaciones de ópera aprovechando la ambientación.
Siguiente punto, Les Arènes, uno de los monumentos romanos más grandes y mejor conservados de la Provenza. Un circo romano en toda regla, majestuoso por fuera... por dentro no podría decir, porque tampoco entramos (también había que pagar, y no teníamos tanto tiempo para aprovechar el desembolso).
Alrededor de Les Arènes, se encuentra un barrio lleno de callejuelas con casitas bajas, muy pintoresco y agradable para pasear.
Nuestro recorrido nos llevó hasta el Rhône, hay un paseo paralelo, por donde circulamos plácidamente. Habían barcos que hacían ruta a través del Río, interesante con más tiempo.
Realizada la visita, volvimos a la Avenida donde teníamos la moto. Antes de proseguir, aprovechamos para comer, nos empezamos a aclimatar al horario Francés, nos sentamos a las 12:30H... además estábamos al borde de derretirnos, la temperatura rondaba los 35ºC... Unas crujicocas y un refresco, en un bar que luego vimos estaba regentado por un matrimonio muy amable, casi al final del papeo nos dijo que era española y que hace años había desembarcado en Francia. Compramos agua en un Súper para rellenar la cantimplora, la pobre se había vaciado... qué calor que hacía!
Dejamos Arlès con una buena impresión, y nos vamos rumbo a Baux-de-Provence. Aquí la carretera se anima, efectivamente entramos en la Reserva de les Alpilles, una zona montañosa de piedra caliza, con un paisaje muy contrastado entre el blanco y reluciente de la roca y el verde de los árboles. Es una zona que tiene algunas regiones de olivos, con poca producción pero de muy alta calidad.
Llegamos a Les-Baux-de-Provence, bueno... al aparcamiento. No se puede acceder al pueblo, ya que es todo peatonal. No hay problema de aparcamiento, al menos en moto. Aparcamos en un espacio ya habilitado, y sin pagar ni un duro. Entramos al pueblo, desde abajo ya las vistas del mismo son impresionantes.
Una vez dentro, destaca el ambiente medieval de todas las calles. Lástima que esté tan sumamente explotado, con tiendas y restaurantes por todas partes... desmerece bastante.
De Les-Baux-de-Provence destaca la ciudadela, la fortaleza es impresionante, su envergadura y su posición en lo más alto de la colina la hacen una de las más importantes de la Provenza. Para entrar, hay que pagar entrada, aunque vale la pena. Destacar que en la mayoría de lugares de interés en Francia, las audioguías son gratuitas. Simplemente es necesario dejar un documento de identidad en préstamo, y al finalizar te lo devuelven.
Una parte de la fortaleza consta de una esplanada en lo alto de la colina, una posición defensiva muy importante al tener una vasta vista de la Provenza. Se muestran varios artilugios de guerra, tales como Hondas, Ballestas y sistemas de Asedio a fortalezas.
Con el calor que hacía, era para que te pasaran la guillotina, que sufrimiento!!
Una parte importante de la Fortaleza se encontraba excavada directamente sobre la roca, algunas zonas mostraban claramente la erosión del agua sobre la piedra caliza.
Una vez dentro, destaca el ambiente medieval de todas las calles. Lástima que esté tan sumamente explotado, con tiendas y restaurantes por todas partes... desmerece bastante.
De Les-Baux-de-Provence destaca la ciudadela, la fortaleza es impresionante, su envergadura y su posición en lo más alto de la colina la hacen una de las más importantes de la Provenza. Para entrar, hay que pagar entrada, aunque vale la pena. Destacar que en la mayoría de lugares de interés en Francia, las audioguías son gratuitas. Simplemente es necesario dejar un documento de identidad en préstamo, y al finalizar te lo devuelven.
Una parte de la fortaleza consta de una esplanada en lo alto de la colina, una posición defensiva muy importante al tener una vasta vista de la Provenza. Se muestran varios artilugios de guerra, tales como Hondas, Ballestas y sistemas de Asedio a fortalezas.
Con el calor que hacía, era para que te pasaran la guillotina, que sufrimiento!!
Una parte importante de la Fortaleza se encontraba excavada directamente sobre la roca, algunas zonas mostraban claramente la erosión del agua sobre la piedra caliza.
La visita había terminado, una experiencia buenísima! Tuvimos que meternos 4 litros de agua entre 2 para sobrevivir, pero aún con el sol y el calor (en Baux, hasta 38ºC marcaban los termómetros) nos lo pasamos genial. Tocaba la vuelta, haciendo una pequeña ruta por Les Alpilles.
Seguimos la misma carretera que nos había llevado hasta Baux, para enfilar dirección St. Rémy-de-Provence. La carretera sube algo más, pero enseguida baja, con una enlazada de curvas en S muy divertida. El asfalto está bastante bien, así que permite disfrutar de la carretera sin problema. Llegamos a St. Rémy, donde queríamos hacer una parada por el centro... estamos algo cansados, el calor ha hecho mella en nosotros. Por ello, decidimos parar en la entrada, donde se encuentra el Arco Triunfal de Glanum, restos griegos muy bien conservados.
A medio camino tomamos el desvío por la D24, una carretera totalmente rural, asfaltada pero bastante rota. Estábamos en las mismas entrañas de Les Alpilles!! No se podía correr demasiado, ya que el suelo estaba muy cubierto por hojarasca de los pinos, era un tramo para tomárselo con calma y disfrutar tranquilamente de la naturaleza.
Llegamos a Martigues, reventados... preparamos una cena en la terraza del Hotel, un vinito, y a dormir!!
Seguimos la misma carretera que nos había llevado hasta Baux, para enfilar dirección St. Rémy-de-Provence. La carretera sube algo más, pero enseguida baja, con una enlazada de curvas en S muy divertida. El asfalto está bastante bien, así que permite disfrutar de la carretera sin problema. Llegamos a St. Rémy, donde queríamos hacer una parada por el centro... estamos algo cansados, el calor ha hecho mella en nosotros. Por ello, decidimos parar en la entrada, donde se encuentra el Arco Triunfal de Glanum, restos griegos muy bien conservados.
Desde St. Remy nos movemos al este por la carretera D99, la cual es un tubo continuo de árboles. Muy apetecible después del calor pasado.
A medio camino tomamos el desvío por la D24, una carretera totalmente rural, asfaltada pero bastante rota. Estábamos en las mismas entrañas de Les Alpilles!! No se podía correr demasiado, ya que el suelo estaba muy cubierto por hojarasca de los pinos, era un tramo para tomárselo con calma y disfrutar tranquilamente de la naturaleza.
Llegamos a Martigues, reventados... preparamos una cena en la terraza del Hotel, un vinito, y a dormir!!